Nuestras espinilleras son desarrolladas para el fútbol, pero tienen una estrecha relación con otras industrias como la automovilística, la militar, la aeronáutica… ¿quieres saber por qué?
Toda buena protección de tibias debe cumplir con dos grandes premisas, la primera de ellas es la comodidad y la segunda y más importante, la resistencia y protección. Para que se cumplan ambas, es necesario que las espinilleras estén desarrolladas con materiales apropiados como es la fibra de carbono.
Dentro de la fibra de carbono podemos destacar dos tipos; la de alta resistencia y la de alto módulo. Y es precisamente esta última, con la que conseguimos la mejor protección posible para nuestras tibias.
La fibra de carbono de alto módulo se caracteriza por una alta capacidad de resistencia y de absorción de impacto y por unos niveles de elasticidad increíbles; lo que hace que sea empleada en otras industrias como la automovilística en los chasis de la Formula 1 o en la aeronáutica en el fuselaje y las alas de los aviones.
Sus principales propiedades:
- Elevada resistencia mecánica, con un módulo de elasticidad elevado. Su resistencia es más o menos 3 veces superior a la del acero, por ejemplo.
- Baja densidad, en comparación con otros elementos como por ejemplo el acero, cuya densidad es 4,5 veces menor.
- Resistencia a agentes externos.
- Gran capacidad de aislamiento térmico.
- Resistencia a las variaciones de temperatura, conservando su forma, sólo si se utiliza matriz termoestable.
- Propiedades ignífugas.
Ahora bien, este material tan exclusivo y delicado requiere de un tratamiento acorde con sus características; de manera que las herramientas y la maquinaria para su curación deben de ser la máxima tecnología y calidad. (en los siguientes posts hablaremos de cada una de ellas)
¿Qué nos permite este material?
Desarrollar protecciones a medida con una gran capacidad de absorción de impacto, con unos niveles de elasticidad muy altos y una comodidad en su uso que permite tener la sensación de que no llevas nada puesto.
30 gramos de peso y 3 milímetros de grosor nos permiten desarrollar las mejores protecciones del mercado.