Los balones de fútbol han sufrido a lo largo de la historia numerosas transformaciones para mejorar sus prestaciones, gracias a los nuevos materiales y avances en su elaboración y desarrollo.
Los balones de fútbol se han ido fabricando desde los inicios de la civilización para usos muy dispares.
Según diferentes historiadores, se dice que fue en China por el siglo IV antes de Cristo, los que crearon la primera pelota de cuero, rellena de crines y raíces; utilizada con fines militares. A su vez, en el año 1.400 a.C, los niños egipcios jugaban con elementos esféricos, fabricados a través de papiro, caña, arcilla, madera o marfil. También, civilizaciones como la griega, la precolombina, así como los japoneses y romanos, aportaron con sus usos y materiales, a lo que hoy en día es un balón de fútbol.
Entrando ya en el mundo del fútbol, se puede destacar que hasta mediados del siglo XIX, los primeros balones de juegos que luego derivaron en el fútbol, estaban fabricados a través de las vejigas de los cerdos, sin embargo, los mismos derivaban en formas no del todo esféricas y en movimientos inestables.
Esta inestabilidad tanto en forma como en movimientos, fue superada gracias al descubrimiento de la vulcanización del caucho por parte de Charles Goodyear. El cual, en el año 1855 creó el primer balón específico para la actividad deportiva del fútbol. Utilizado por primera vez de forma oficial en 1863 en la ciudad americana de Boston.
INNOVACIÓN EN LOS BALONES DE FÚTBOL
Sin embargo, los problemas de forma seguían muy presentes, y fue durante los años siguientes cuando se empiezan a introducir válvulas inflables, con el principal objetivo de mantener estable la forma de los balones durante más tiempo. Y es en el año 1872 cuando las primeras reglas del fútbol marcan unas dimensiones estándar; forma esférica con circunferencia de entre 27 y 28 pulgadas y un peso de entre 13 y 14 onzas.
Los siguientes años transcurrieron creando nuevos balones, con la finalidad de eliminar imperfecciones y costuras (por ejemplo, cuando llovía, el balón se volvía muy pesado y las costuras con la humedad se volvían muy duras, lo que hacía que su golpeo con la cabeza fuera una dificultad añadida, de hecho, algunos jugadores llevaban boina para evitar cortes), pero siguiendo el mismo patrón, esto es, color marrón y formados por gajos de cuero.
Fue el año 1970, el que supuso una verdadera revolución, ya que se crea el primer balón formado con pentágonos. Bajo la denominación de Telstar (balón oficial Mundial México 1970), se crea el primer modelo formado por 32 paneles cosidos a mano y en dos colores; blanco y negro. Con ello, se consiguió obtener la esfera más perfecta hasta el momento, así como una estandarización de las medidas de fabricación.
Este modelo, ayudo al desarrollo de los siguientes, llegando al año 1982 con el modelo Tango España (balón oficial Mundial de España 1982), con el que se consiguió reducir a niveles mínimos la absorción de agua, mediante costuras impermeables.
Cuatro años después, se produce el paso a los materiales sintéticos, elaborándose para el Mundial de México 1986; el primer balón sintético, el Azteca. Los años siguientes, se fueron elaborando balones con espuma de poliuretano y sintética, lo que permitió que los mismos obtuvieran una mayor durabilidad, una mayor recuperación energética y una mayor capacidad de respuesta.
El año 2006, supuso el avance de los pentágonos arriba mencionados, hacia las superficies casi lisas, que permiten un mayor control del esférico por parte de los jugadores. Un claro ejemplo de este avance, fue el balón creado y utilizado en el Mundial de Alemania 2006 que recibió el nombre de Teamgeist. La misma línea siguió el balón creado y diseñado para el Mundial de Sudáfrica 2010, especialmente recordado por los aficionados españoles.
Sin embargo este balón fue uno de los más criticados por los grandes porteros que participaron en el comentado mundial. Por ejemplo el portero de la Selección Española; Iker Casillas, se pronunció comentando que el balón Jabulani “era un poco como una pelota de playa”; en referencia a que cambiaba mucho de dirección y efecto cuando un jugador golpeaba el mismo.
Finalmente, y siguiendo con la técnica que permite un control y dominio del balón casi perfecto por parte de los jugadores, no se puede acabar el blog, sin comentar cuál será el balón diseñado para el próximo evento mundial del futbol; el Mundial de Rusia de 2018. Este balón que recibe la denominación de Krasava, se diferencia del resto por una estructura innovadora que ofrece una cubierta de primera calidad, un agarre perfecto y una gran visibilidad en el aire.
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